¿Cómo se constituirá el nuevo escenario pedagógico con los cambios culturales que la tecnología trae aparejados? En nuestro país, si bien nos encontramos a cierta distancia de las posibilidades que muestra el video, los adelantos tecnológicos progresivamente van conformando la realidad escolar de maestros y alumnos. Alumnos que chatean desde sus casas, a través de sus teléfonos, pasillos de escuelas con adolescentes creando una atmósfera propia sumergidos en los auriculares de sus mp3 y resoluciones a exámenes que se encuentran en Internet son solo algunas de las modificaciones culturales que trajo el avance de las nuevas tecnologías y de ahí lo que se convierte en una necesidad: el nuevo rol del docente.
Internet pasa a ser el primer recurso al momento de buscar información y de esta manera se accede al conocimiento. ¿y el docente? ¿en qué lugar queda situado en este nuevo mapa? Tal como relata Susan de Angelis al hablar de “Juego y nuevas tecnologías”, no se trata de renunciar al rol de enseñante sino de reconocer la asimetría en relación con el saber, “recuperar la humildad pedagógica que obliga a desestimar que todo pueda ser previsto y anticipado. Supone aceptar y aprender a trabajar con la incertidumbre en relación a los tiempos, a los espacios, a los logros…”
La tecnología debe favorecer el aprendizaje, el docente debe estar preparado para aceptar la multiplicidad de respuestas ante una pregunta, para escuchar las inquietudes que surjan en el grupo, para poder mediar en una discusión, para poder coordinar el trabajo, para poder mostrarse como alguien que no tiene una verdad única y que a su vez que enseña continúa aprendiendo y construyendo su propio conocimiento en la tarea cotidiana
El docente se encuentra situado en un nuevo rol ante el avance progresivo de los alumnos en el dominio de las nuevas tecnologías…la actualidad irrumpe en las aulas mas allá de la temática que se esté abordando… múltiples miradas para un mismo objeto. Un maestro de 7mo grado relata “es increíble mirá, el otro día en un trabajo en grupo estábamos en la sala de computación buscando material para sociales y de repente surgió de uno de los grupos que entró a la página de un diario el tema del campo y el gobierno…derivamos nuestro trabajo pero fue buenísimo el grado de participación que se generó en los chicos, empezaron a discutir para plantear sus puntos de vista, quienes acordaban con los cortes, los que decían que no era justo, terminó siendo un debate super productivo y si bien no era lo que buscábamos dentro de todo era de sociales…hubiera sido imposible no tomar lo que surgía del grupo…”
Internet pasa a ser el primer recurso al momento de buscar información y de esta manera se accede al conocimiento. ¿y el docente? ¿en qué lugar queda situado en este nuevo mapa? Tal como relata Susan de Angelis al hablar de “Juego y nuevas tecnologías”, no se trata de renunciar al rol de enseñante sino de reconocer la asimetría en relación con el saber, “recuperar la humildad pedagógica que obliga a desestimar que todo pueda ser previsto y anticipado. Supone aceptar y aprender a trabajar con la incertidumbre en relación a los tiempos, a los espacios, a los logros…”
La tecnología debe favorecer el aprendizaje, el docente debe estar preparado para aceptar la multiplicidad de respuestas ante una pregunta, para escuchar las inquietudes que surjan en el grupo, para poder mediar en una discusión, para poder coordinar el trabajo, para poder mostrarse como alguien que no tiene una verdad única y que a su vez que enseña continúa aprendiendo y construyendo su propio conocimiento en la tarea cotidiana
El docente se encuentra situado en un nuevo rol ante el avance progresivo de los alumnos en el dominio de las nuevas tecnologías…la actualidad irrumpe en las aulas mas allá de la temática que se esté abordando… múltiples miradas para un mismo objeto. Un maestro de 7mo grado relata “es increíble mirá, el otro día en un trabajo en grupo estábamos en la sala de computación buscando material para sociales y de repente surgió de uno de los grupos que entró a la página de un diario el tema del campo y el gobierno…derivamos nuestro trabajo pero fue buenísimo el grado de participación que se generó en los chicos, empezaron a discutir para plantear sus puntos de vista, quienes acordaban con los cortes, los que decían que no era justo, terminó siendo un debate super productivo y si bien no era lo que buscábamos dentro de todo era de sociales…hubiera sido imposible no tomar lo que surgía del grupo…”
Entre las tareas del nuevo docente es fundamental enseñarles a convertirse en lectores críticos del material que seleccionan, en la fuente de la cual proviene la información, en la validación que se hace de los temas (Burbulles y Callister, “Educación, riesgos y promesas de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, 2002) No es lo mismo ser usuario de PC que poder transmitir a los alumnos el “buen uso” de lo tecnológico como recurso para buscar información, seleccionarla, clasificarla, transmitirla, constituirla en herramienta de aprendizaje. Por otro lado, el docente debe estar preparado para aceptar la multiplicidad de respuestas ante una pregunta, para escuchar las inquietudes que surjan en el grupo, para poder mediar en una discusión, para poder coordinar el trabajo, para poder mostrarse como alguien que no tiene una verdad única y que a su vez que enseña continúa aprendiendo y construyendo su propio conocimiento en la tarea cotidiana
¿Cómo se logra ésto? En una entrevista, Manuel Castells plantea que el eje fundamental se encuentra en la formación docente: “un maestro reciclado para satisfacer la demanda”. El maestro sigue siendo el eje el sistema educativo: es quien genera el vínculo con los estudiantes, quien los motiva para acceder a determinados conocimientos que se convierten en aprendizajes gracias a las herramientas facilitadoras que les brindan y el intercambio en la tarea pedagógica. Los alumnos ya conocen Internet, incluso dominan su uso en algunos casos con mayores conocimientos que los adultos, pero necesitan que se los encuadre y se los oriente en su uso. Introducir nuevas tecnologías en las escuelas no implica alfabetización tecnológica asegurada si no se acompaña de cambios organizativos en las mismas y en la formación de los maestros para poder adaptarse a la nueva sociedad de la información.
¿Cómo se logra ésto? En una entrevista, Manuel Castells plantea que el eje fundamental se encuentra en la formación docente: “un maestro reciclado para satisfacer la demanda”. El maestro sigue siendo el eje el sistema educativo: es quien genera el vínculo con los estudiantes, quien los motiva para acceder a determinados conocimientos que se convierten en aprendizajes gracias a las herramientas facilitadoras que les brindan y el intercambio en la tarea pedagógica. Los alumnos ya conocen Internet, incluso dominan su uso en algunos casos con mayores conocimientos que los adultos, pero necesitan que se los encuadre y se los oriente en su uso. Introducir nuevas tecnologías en las escuelas no implica alfabetización tecnológica asegurada si no se acompaña de cambios organizativos en las mismas y en la formación de los maestros para poder adaptarse a la nueva sociedad de la información.
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